Barbie ¿feminista? II/ II
El monólogo de la señora Gloria prosigue diciendo: “Es literalmente imposible ser mujer. Eres muy hermosa y muy inteligente -le dice a Barbie-, y me parte el alma que creas no ser suficientemente buena, como si tuviéramos que ser siempre extraordinarias, pero de algún modo siempre 'lo estamos haciendo mal': tenemos que ser delgadas, pero no demasiado y no debes decir que quieres estar delgada. Debes decir que quieres un peso sano, pero, además, sí tienes que estar delgada.
"Debes tener dinero, pero no puedes pedir dinero porque eso sería grosero. Debes ser jefa, pero no puedes ser dura. Debes liderar, pero no puedes aplastar las ideas ajenas. Se supone que debe encantarte ser madre, pero no hables de tus hijos todo el tiempo. Tienes que ser una profesionista, pero también siempre cuidar a todos los demás.
"Eres responsable de la mala conducta de los hombres, lo que es de locos, pero, si haces notar eso, se te acusa de ser una quejumbrosa. Se espera que te conserves bonita para los hombres, pero no tan bonita como para que 'los tientes demasiado' o que amenaces a otras mujeres porque se supone que eres parte de la sororidad.
"Siempre tienes que destacar y siempre ser muy agradecida, pero nunca olvides que el sistema está arreglado, así que encuentra cómo reconocerlo, pero recuerda ser agradecida. No debes envejecer nunca; nunca ser grosera; nunca presumir; nunca ser egoísta; nunca tropezar; nunca fracasar o demostrar miedo; y, por supuesto, nunca debes ser impertinente.
"Es muy difícil, es demasiado contradictorio y nadie te da una medalla ni te dice gracias, y resulta, de hecho, que no solo estás haciendo todo mal, sino que, además, todo lo que pasa es tu culpa.
"Ya me cansé de verme a mí misma y a cada una de las mujeres haciendo hasta lo imposible para que los demás nos quieran".
Muchas partes de este discurso también aplican a los hombres, aunque en el caso de esta película el monólogo resulta contundente en favor de la toma de conciencia de todas las Barbies, ya que como le comentan a la señora Gloria “al dar voz a la disonancia cognitiva que implica el hecho de ser mujer dentro del patriarcado despojaste la idea de su poder.”, y comenta Barbie ¿yo dije eso?, esto permitió a las demás Barbies tomar conciencia para romper con el estatuto patriarcal que se había impuesto en Barbilandia.
La película Barbie hace una defensa del feminismo dentro de los márgenes que permite el discurso propio de su mundo. Ni promueve el capitalismo ni lo condena, en el discurso fílmico hay elementos críticos dentro de los esquemas de libertad que permite una democracia burguesa. Algunos dirán que se trata de ese viejo concepto de la mistificación, es decir “… básicamente un engaño, de apariencia impecablemente razonable, una explicación plausible, pero falsa de algo que está pasando”, una mentira que se construye desde los mismos elementos de la realidad, pero que sólo engaña, y ese es su papel, una aparente crítica al capitalismo aunque en realidad sea una reivindicación del mismo. No creemos que llegue a tanto, simplemente es una crítica leve, pero no por ello menos interesante. Barbiecuestiona la utilización de la mujer como objeto, al patriarcado, al machismo. Ken parece tan sólo un guiñapo ingenuo y simpático.
El punto central de la película es la cuestión de la vida y la muerte, porque en cuanto Barbie piensa en la muerte toda la película se transforma y gira alrededor de ello. Dentro de su aparente candidez, ingenuidad y colorido el filme plantea una tema fundamental.
Otra dicotomía que se plantea es la que confronta el ser muñeco y ser una persona real. Qué puedes hacer como muñeco, qué puedes hacer como humano, qué significa la muerte para un muñeco y qué para un humano. Esa confrontación tiene un momento clave cuando vemos a Barbie llorar y ella misma queda asombrada. Cuando está en el mundo real Barbie llora, el mundo no es como ella creía. La vida se trata de cambios continuos y eso es maravilloso, no aterrador. Se trata de descubrir quién eres tú. Cuando se convierte Barbie en humana entra de fondo la canción de Billie Eilish What was I made for?, que en una de sus frases dice: “Solo soy algo por lo que pagaste ¿Para qué fui hecha? Por eso Barbie se humaniza, llora, aprecia el viento, el sol, vivir, amar. Barbie ya no es más un bombón cabeza hueca. “Quiero ser parte de las personas que aporten significado, no lo que fabrican”, nos dice.
Nadie le puede negar a Greta Gerwig, directora de la película Barbie, que ha sido una mujer que ha luchado por los derechos de las mujeres en las canchas cinematográficas en las que se ha parado, y nadie podría negar que en Barbie se haya salido de esa convicción. Una película como Barbieno puede tomarse a la ligera, muchos han pensado que es intrascendente, mal hecha, promotora del capitalismo, y no es que la película no tenga origen en el epicentro del capitalismo mundial, pero también Estados Unidos es el centro de una sociedad democrática que admite la crítica como condición sine qua non para vivir en una sociedad sana, abierta y plural. Una película no cambia al mundo, lo refleja, lo influye, y podría cooperar a una transformación desde lo individual hasta lo colectivo, pero son fenómenos muy complejos que hay que evaluar con mucho cuidado.
Si se revisa la historia del cine desde sus inicios se puede comprender cuál es la importancia de un discurso como el de Barbie. A la mujer en el cine se le ha pagado menos salario, y casi siempre ha tenido papeles secundarios donde aparece dependiente de un hombre, sin iniciativa propia, como objeto decorativo o amoroso. Qué inteligente y agradable resulta el discurso feminista de Barbie. En ese contexto, es algo más profundo que la fresada que vemos con un barniz exterior. La película es una metáfora de la vida misma en done las personas van de la ingenuidad y la inocencia -a fuerza de los golpes de la vida-, a la maduración y al entendimiento de todo lo complejo y rico que vivir representa. ¿Para qué fui hecha? ¿Para qué existo? Preguntas brutales que pocos se toman en serio, y para las que muy pocos tienen respuestas.
Alfonso Franco Tiscareño
Para Vitral, en el suplemento Barroco. Diario de Querétaro
12 de abril del 2024