miércoles, 26 de agosto de 2015

Al sol

Gracias, señor sol, por tu inagotable calor. Al sentirte, el buen humor asoma a mis labios, y siento la ternura penetrar por mi piel hasta mis huesos. Cuando me expongo a ti, pienso más claro, vislumbro el origen, comprendo cosas que no puedo explicar.

Sentado en una silla, te encaro y al contemplarte imagino los estallidos que encienden tu ser. Eres una estrella que deja su huella en cada ser humano. Luz en nuestros ojos, agua córnea, retina natural. Luz en el corazón, en algún lado inencontrable, espacio para el alma y el espíritu. Eres soplo, energía, armonía y explosión.

Las distancias definen. Por eso las flores se te entregan extasiadas amantes. Tú las premias con sus colores y su matiz a cada una. Ellas levantan sus pétalos-brazos, sus sépalos-piernas, su cáliz-troncáceo, para captarte, sentirte y meditarte. Encarnan tu belleza y tu poder, espejos de tu vida, extensiones de ti, como yo mismo.

sábado, 22 de agosto de 2015

Amor en el aire


Sí, el amor siempre está en el aire. Es tan frágil, hay que cuidarlo tanto, alimentarlo. Es una construcción, un aprendizaje. Toda esa capacidad está ahí, adentro de nuestro corazón, pero las semillas deben hacerse crecer. Al principio cantas solo, y es bueno, porque al primero que debes amar es a ti mismo, pero luego, cuando menos para la mayoría, ya no basta con eso. Requerimos del otro para la realización completa de nuestro ser. Y buscas, volteas, olfateas, te asomas, vas a fiestas, caminas por mercados, por pasillos oscuros, por túneles mugrosos, por grandes avenidas, por todos los lugares inimaginables. Vas dejando huellas para que el otro te encuentre, vas marcando el camino lleno de esperanza y de ilusiones. Trabajando, porque el amor se trabaja, se gana. El verdadero, digo. A veces como un loco. La falta de experiencia. Cargando tu carretilla por la vida vas. ¿Qué cargas en ella? ¿Qué traes? ¿Amistad, cariño, música, libros, viajes, solidaridad, una bolsa de besos, un montón de abrazos, kilos de placer, mucha risa, alegría? Ven , vamos, niña, échame una mano que vamos a construir nuestro nido de amor, el que soñamos, del que platicamos mientras columpiábamos las piernas subidos a aquella gran montaña en una tarde llena de nubes y recuerdos. Tráete tu bagaje, no me importa, es inevitable. Yo vendré con el mío. Ven, que aquí te espero. Sé que las fuerzas se mueven más allá de mis ojos, sé que estás en camino, sé que mis plegarias ya han sido escuchadas, adivino tu precioso andar.

Sin que me dé ni cuenta tú ya estás caminando hacia mí, ven, que aquí te espero, tengo un mundo de amor para colocar a tus pies, mi reina. Casi te adivino, menuda, con una voz preciosa, melodiosa, un talle apretado, unas piernas potentes. Tu cabello volando al viento, tus ojos grandes y brillantes. Tus dientes de marfil, tus labios pintados de granada. Tus besos suaves y húmedos, tiernos, subyugantes. Ven, sé que eres real, que no estoy soñando, que eres un regalo de Dios para mí. Quiero estar a esa altura.

Y qué honor más grande, tú preguntas por mí, comienzas a buscarme, te he interesado. Qué emoción. Esa ropa te hace ver todavía más hermosa, ese perfume con aroma de flores frescas, tu cuello delicado. Y tus caderas, alforja de la vida donde guardo mis sueños más grandiosos. ¡Escucha mi canto porque es para ti! ¡Oye mi voz acompañada de los coros divinos! ¡Te amo! ¡Mi mano está extendida y sé que pronto será completada en una dualidad que crezca hasta que se vuelva una! ¡Ven!  Llegas con protección, yo comprendo, quizá has sido herida en el camino. Ven, no tengas miedo, mis errores no serán obstáculo, los corregiré. Ahh, ya escucho tus pasos. Qué honra que una mujer como tú venga a mi vida. La voz anuncia tu llegada, hermosa voz. Tú no saliste de una costilla, tú naciste un piso arriba de mí, en una luna. Caminaré sobre la viga de acero más peligrosa que vuele en el aire para llegar a ti, para merecerte. ¡Ay, el olor de tu piel es tan inmaculado! ¡Tus pies tan suaves! Sí, sí, ya no eres una interrogante, ya casi te tengo frente a mí. Qué hermosura de mujer, eres real. Caminas con tanta gracia, tus movimientos son tan femeninos. Vas conquistando mundos, guapa. Tiraré todo mi pasado ante la rotunda presencia de tus besos. Tócame por favor con esas manos suaves, pásalas sobre mi cuerpo adolorido, tócame, por favor.

Escucho voces a lo lejos, a los lados, pero soy, por el momento, un sordo enamorado. Tan sólo escucharé los latidos rotundos del amor en su tum, tum, sagrado. No estoy para nadie. Tu sonrisa es todo, qué cara tan hermosa. Miras directo a los ojos, no te andas con ambages. A paso gallina, gallo, nos vamos acercando. ¡Dios existe! Tengo hambre de ti. Ven, vamos a amarnos. Desnudemos nuestras almas. Dios, qué mujer. Nuestro camino es viejo, las nubes blancas. Amémonos.




miércoles, 19 de agosto de 2015

La veladora y la niña


Caminó calle abajo, entró a la casa. Una llamada anónima le había avisado. La  mente obnubilada, las piernas le temblaban, ¿quién habría sido capaz de tal maldad? Sangre y violencia por doquier, muebles removidos, papeles tirados, hasta los animales estaban muertos. Un letrero: “para que aprendan a respetar”. Entre el desastre una veladora había quedado al pie de la foto de un muchacho. La llama aleteaba débil. De pronto, una voz muy débil se escuchó: “papá, papá”. La niña salió de una alacena.


Al ahuehuete herido por un rayo

Hermano Ahuehuete, no sé quién te plantó, ni sé hasta cuándo estarás ahí. Hoy te saludo, te abrazo, te bendigo. Quiero que sepas que me duele saber que estás un tanto dañado, alicaído, herido, que te cayó un rayo tremendo que te ha tumbado la copa, la corona. Viejo amigo, viejo amado, viejo de agua, maestro de la vida, qué bueno que estás de pie. Quiero que sepas que eres muy valioso para nosotros, que te amamos, que te amo. Has sido sombra pródiga para generaciones, a tus pies han jugado mis hijos, junto a tu añoso tronco se ha sembrado amor y los besos han volado bajo tu sombra, por aquí y por allá, como mariposas de primavera. Y qué decir de cuántas canciones se han cantado bajo tu protección. Nuestros abuelos han reposado bajo tus ramales y han recordado sus andanzas. Nos has dado oxígeno vital, tu prana compartido nos ha llenado de energía, nosotros te hemos dado CO2, el precioso elemento para tu vida. No sé de qué tradición vienes, no sé a qué generación de Guardianes perteneces, tan sólo tengo claro que eres sagrado como quiera que se te conciba. Estás en nuestro origen, habitas nuestra sangre. Hoy te rindo homenaje y te declaro mi amor. Hoy te compadezco y me declaro solidario contigo. Pido al Dador de la Vida que te sane, que te cuide, que te proteja, que te regenere, que los pájaros te sigan tomando como casa, alimento y refugio. Que tus raíces sean más profundas, para que tomemos ejemplo. Que tu tronco sea más ancho para que tengas más poder y nos aconsejes con fuerza. Que tu ramaje vuelva a cubrirnos como una sinfonía vital y verde, que nos cubra del sol cuando esté fuerte. Que tu belleza nos ilumine y nos purifique, que nos dé pensamientos buenos, que nos dé inspiración. Que la energía te guarde y te reintegre al acontecer de cada día. Que el todopoderoso te dé más días de vida sobre la Tierra. Te amamos, te amo. Lo siento. Perdónanos. Sana pronto. Dios te bendiga.
Julio 2015


  Barbie ¿feminista?    II/ II El monólogo de la señora Gloria prosigue diciendo: “ Es literalmente imposible ser mujer. Eres muy hermosa y ...