sábado, 22 de agosto de 2015

Amor en el aire


Sí, el amor siempre está en el aire. Es tan frágil, hay que cuidarlo tanto, alimentarlo. Es una construcción, un aprendizaje. Toda esa capacidad está ahí, adentro de nuestro corazón, pero las semillas deben hacerse crecer. Al principio cantas solo, y es bueno, porque al primero que debes amar es a ti mismo, pero luego, cuando menos para la mayoría, ya no basta con eso. Requerimos del otro para la realización completa de nuestro ser. Y buscas, volteas, olfateas, te asomas, vas a fiestas, caminas por mercados, por pasillos oscuros, por túneles mugrosos, por grandes avenidas, por todos los lugares inimaginables. Vas dejando huellas para que el otro te encuentre, vas marcando el camino lleno de esperanza y de ilusiones. Trabajando, porque el amor se trabaja, se gana. El verdadero, digo. A veces como un loco. La falta de experiencia. Cargando tu carretilla por la vida vas. ¿Qué cargas en ella? ¿Qué traes? ¿Amistad, cariño, música, libros, viajes, solidaridad, una bolsa de besos, un montón de abrazos, kilos de placer, mucha risa, alegría? Ven , vamos, niña, échame una mano que vamos a construir nuestro nido de amor, el que soñamos, del que platicamos mientras columpiábamos las piernas subidos a aquella gran montaña en una tarde llena de nubes y recuerdos. Tráete tu bagaje, no me importa, es inevitable. Yo vendré con el mío. Ven, que aquí te espero. Sé que las fuerzas se mueven más allá de mis ojos, sé que estás en camino, sé que mis plegarias ya han sido escuchadas, adivino tu precioso andar.

Sin que me dé ni cuenta tú ya estás caminando hacia mí, ven, que aquí te espero, tengo un mundo de amor para colocar a tus pies, mi reina. Casi te adivino, menuda, con una voz preciosa, melodiosa, un talle apretado, unas piernas potentes. Tu cabello volando al viento, tus ojos grandes y brillantes. Tus dientes de marfil, tus labios pintados de granada. Tus besos suaves y húmedos, tiernos, subyugantes. Ven, sé que eres real, que no estoy soñando, que eres un regalo de Dios para mí. Quiero estar a esa altura.

Y qué honor más grande, tú preguntas por mí, comienzas a buscarme, te he interesado. Qué emoción. Esa ropa te hace ver todavía más hermosa, ese perfume con aroma de flores frescas, tu cuello delicado. Y tus caderas, alforja de la vida donde guardo mis sueños más grandiosos. ¡Escucha mi canto porque es para ti! ¡Oye mi voz acompañada de los coros divinos! ¡Te amo! ¡Mi mano está extendida y sé que pronto será completada en una dualidad que crezca hasta que se vuelva una! ¡Ven!  Llegas con protección, yo comprendo, quizá has sido herida en el camino. Ven, no tengas miedo, mis errores no serán obstáculo, los corregiré. Ahh, ya escucho tus pasos. Qué honra que una mujer como tú venga a mi vida. La voz anuncia tu llegada, hermosa voz. Tú no saliste de una costilla, tú naciste un piso arriba de mí, en una luna. Caminaré sobre la viga de acero más peligrosa que vuele en el aire para llegar a ti, para merecerte. ¡Ay, el olor de tu piel es tan inmaculado! ¡Tus pies tan suaves! Sí, sí, ya no eres una interrogante, ya casi te tengo frente a mí. Qué hermosura de mujer, eres real. Caminas con tanta gracia, tus movimientos son tan femeninos. Vas conquistando mundos, guapa. Tiraré todo mi pasado ante la rotunda presencia de tus besos. Tócame por favor con esas manos suaves, pásalas sobre mi cuerpo adolorido, tócame, por favor.

Escucho voces a lo lejos, a los lados, pero soy, por el momento, un sordo enamorado. Tan sólo escucharé los latidos rotundos del amor en su tum, tum, sagrado. No estoy para nadie. Tu sonrisa es todo, qué cara tan hermosa. Miras directo a los ojos, no te andas con ambages. A paso gallina, gallo, nos vamos acercando. ¡Dios existe! Tengo hambre de ti. Ven, vamos a amarnos. Desnudemos nuestras almas. Dios, qué mujer. Nuestro camino es viejo, las nubes blancas. Amémonos.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

  Barbie ¿feminista?    II/ II El monólogo de la señora Gloria prosigue diciendo: “ Es literalmente imposible ser mujer. Eres muy hermosa y ...