miércoles, 28 de febrero de 2024

 Miguel Hernández. Elegía. Joan Manuel Serrat   II/II

Y volviendo, después de muchos años, a reencontrarme con el poema Elegía , de Miguel Hernández, aparte de disfrutarlo, por supuesto, le encuentro nuevos significados, con algunos coincido, con otros difiero,  como sucede con toda buena literatura. Se trata de un poema hermoso, brutal, al que Joan Manuel Serrat le ha compuesto una música bella, muy triste. Es un poema reconocido mundialmente con una gran obra de arte, cumbre de la poesía española. Difiero en algunos de sus conceptos, que no en los aspectos formales. Por ejemplo, difiero en lo que escribe Hernández cuando dice:  …No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada…”  Entiendo que no quiera perdonar a la vida desatenta ni a la tierra ni a la nada, entiendo la desesperación que ha  vivido al perder a su amado amigo, pero son sólo expresiones, porque no se puede hacer absolutamente nada, expresiones de reclamo comprensibles, pero en lo personal prefiero los pies bien colocados en la tierra. Quizá suene radical, duro, pero me parece mejor la opción de aceptar simple, llana y sencillamente las cosas como son. Es lo que es.

Sin duda alguna que la muerte de un ser que amamos es  “Un manotazo duro, un golpe helado…”, como escribe Hernández a su gran amigo Ramón Sijé, -a pesar de las grandes diferencias ideológicas que tenían-. Éste había muerto de una septicemia que le afectó el corazón. Tenía 22 años. El poeta se conmovió profundamente con su muerte, y es entones que  escribe su célebre Elegía. En el poema Hernández plantea ideas y anhelos que son imposibles de llevar a cabo, aunque muy comprensibles por la desesperación, impotencia y rabia ante la muerte … Claro, se dice fácil, muy fácil, que hay que  poner los pies en la tierra y aceptar lo que es, otra cosa es vivirlo.  Es la desesperación de Hernández la que lo lleva a vislumbrar situaciones que quizá hayan sucedido ya alguna vez en algún lugar, es posible que alguien haya intentado eso de “… Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes.”  O lo que escribe en este otro verso: “Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte …” Regresarlo, regresar a su amigo del más allá … ya otros lo han intentado -en los mitos y la literatura-, ya otros lo han pensado. Tenemos en la mitología griega, por citar sólo uno, el caso de Orfeo. En un  artículo de la World History Encyclopedia leemos: 

A pesar de ser un lugar aterrador para los vivos, varios héroes visitaron el Hades en sus aventuras, incluido Hércules.,… , Orfeo, que quiso encontrar a Eurídice, y Teseo y Pirítoo que fueron a capturar a Perséfone para que se casase con el segundo. Sin embargo, estos dos últimos héroes no tuvieron tanta suerte como los demás, ya que Hades los apresó … tan solo Teseo lograría escapar del inframundo más tarde, cuando lo liberó Hércules.”

Así el poeta Miguel Hernández al igual que Orfeo intenta rescatar a su amigo sacándolo de la tumba. El héroe mitológico bajó al mismísimo Hades para  intentar rescatar a su esposa:  “… que murió al ser mordida por una serpiente mientras huía de Aristeo … el hecho fatal ocurrió mientras paseaba con Orfeo. En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de Eurídice. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente que todas las ninfas y todos los dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo (catábasis) en busca de su amada. Durante el camino en las profundidades del inframundo, Orfeo tuvo que sortear muchos peligros; empleando su música, hizo detenerse los tormentos del inframundo (por primera y única vez), y, llegado el momento, ablandó los corazones de Hades y Perséfone,22​ que permitieron a Eurídice que volviera con Orfeo al mundo de los vivos, pero con la condición de que él caminase delante de ella y no mirase atrás hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a la mujer.

A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto: ni siquiera se volvía para asegurarse de que Eurídice estuviera bien cuando pasaban junto a un demonio o corrían algún otro peligro. Orfeo y Eurídice llegaron finalmente a la superficie. Entonces, ya por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para ver a su amada; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, y aún tenía un pie en el camino del inframundo, así que se desvaneció en el aire, y esa vez para siempre.”

Igualmente, Miguel Hernández quiere regresar a su amigo  del más allá … Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera … que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.”

Pero mi mente y pensamiento actual con una naturalidad -que no frialdad- asombrosa, me dicen que eso es imposible y que ni siquiera vale la pena ni pensarlo, mucho menos intentarlo,  ni siquiera en una poesía o en un  escrito porque simplemente eso no puede ser. A pesar de lo duro es mejor el camino de la aceptación, para que así  apreciemos más el   presente, el inmenso valor que tiene este momento, el aquí y el ahora. Eso me hace sentir mejor, y  no la ilusión poética de pretender regresar a alguien de la muerte. Entiendo el dolor de la pérdida del gran amigo del poeta, un Ramón Sijé  tan joven. La Elegía de Hernández  da cobijo, quizá alguna esperanza, es cuando menos un sueño momentáneo que permite abrigar la desolación y la tristeza. 

Sólo la distancia y las experiencias proporcionan la capacidad suficiente para volver a acercarse a la literatura o a la poesía con ojos diferentes, no digo que mejores o peores, no sé si más fríos o más cálidos. Pretendería que más cálidos, más claros, más lúcidos, compasivos, objetivos, amorosos. De cualquier manera, sin duda, volver a escuchar y releer esta Elegía de Miguel Hernández, musicalizada por Joan Manuel Serrat,  sigue alimentado y llenando de belleza mi alma, mi espíritu y mi ser.

 

 

Alfonso Franco Tiscareño 

Para Vitral, en el suplemento Barroco. Diario de Querétaro 

16 de febrero del 2024

https://www.diariodequeretaro.com.mx/cultura/miguel-hernandez.-elegia.-joan-manuel-serrat-iiii-11509428.html

 

 

 

 Miguel Hernández. Elegía. Joan Manuel Serrat  I

Tendría 13 años cuando escuché por primera vez una canción titulada Tu nombre me sabe a hierba. Me llamó la atención de inmediato, me impactó. Luego, en 1970, vino otra titulada Señora, que de plano me intrigó y absorbió. Por aquel entonces, lo típico, quería iniciarme en el amor y pretendía a una chica muy jovencita. Lógico, su familia se oponía ya que ella era muy pequeña y yo también. La canción Señora me vino al pelo para tratar de gritarle a todo mundo, incluida mi madre, que yo amaba a esa chamaca, y desde la perspectiva de lo que la letra me decía, me cubría y defendía con “ese con quién sueña su hija, ese ladrón que os desvalija de su amor soy yo, señora. Ya sé que no soy un buen yerno, soy casi un beso del infierno, pero un beso al fin, señora”. En ese tiempo, y por mi falta de experiencia en la vida, no entendía muchas cosas, estaba totalmente dominado por un poderoso despertar hormonal y por mi carácter caprichoso. La letra me venía como guante.

Empecé  a preguntarme quién era ese cantante que componía esas canciones tan diferentes a todas las que se oían en la radio y la televisión en ese tiempo. Era  tan crítico, tan ácido, tan certero. Afortunadamente, los medios de comunicación mexicanos, aunque bastante conservadores, dieron promoción a este nuevo cantante,  Joan Manuel Serrat, al cual hasta querían incluso para galán de cine. Fue así que en España, en1968, se produjo la película Palabras de amor, que en cuanto se estrenó en México, fui a ver en compañía de mi madre, siguiendo la pista de este compositor que me intrigaba y me gustaba tanto. Me puse a indagar, a comprar las revistas que hablaban de él, a leer notas en los periódicos, artículos, y comencé a saber y entender un poco quién era, de dónde venía, y cuál era su contexto.

Desde la escuela primaria había amado la poesía y tenía varios libros en los cuales venían publicados fragmentos de poemas de un tal Miguel Hernández. Entre las cosas que encontré al averiguar de Serrat supe que había editado un disco en honor precisamente de Miguel Hernández (1972), el mismo poeta que venía en algunos de mis libros y pequeñas antologías. El disco me llamó poderosamente la atención, me dio curiosidad y quise conseguirlo.

Por aquellas mismas fechas comencé a tocar la guitarra, así que conseguía cancioneros del Guitarra fácil que traían los acordes de muchas canciones que me gustaban, y si no venían, yo mismo las sacaba de oído. Afortunadamente, Guitarrafácil seguido publicaba álbumes con una buena cantidad de canciones de diversos autores, grupos, tríos, y así fue como tiempo después conseguí un álbum para guitarra con las canciones de Joan Manuel Serrat, y ahí venían algunos de los poemas de Antonio Machado y de Miguel Hernández que Serrat había musicalizado. Ahí conocí Elegía, una canción que nunca había escuchado, que me gustó aunque se me hizo muy compleja y oscura. Había vivido muy poco y el poema de Hernández me rebasaba con sus significados. Me faltaba experiencia en la vida y un poema de la profundidad y complejidad de la Elegía, se me hacía difícil de entender, aparte de que la música que le compuso Joan Manuel se me hacía oscura, deprimente, aunque muy bella.  Hasta la fecha no se me ha olvidado ni la letra ni la música ya que, a pesar de mi inexperiencia, esas canciones me impresionaron profundamente. 

Ahora vuelvo a escuchar la pieza muchas décadas después. Por estos días estaba pensando en Elegía y casualmentevuelvo a encontrarla. Me apareció en mi muro de Facebook. De inmediato me emocioné y me puse a escucharla con la atención que brindan los años, la distancia, la experiencia y lo vivido. Me doy cuenta qué  distinto es escuchar y leer algo a los 13 años y volver a encontrarlo cinco décadas después. Y si en aquel tiempo me impresionó, ahora quedé más rotundamente asombrado. La letra entró en mí y me produjo choques, acuerdos y desacuerdos con Miguel Hernández, pero sin duda me dejó enriquecido y con un dejo de nostalgia, tristeza, esperanza, y fortaleza. Con una conciencia muy clara de que la vida es una, que hay que apreciarla, gozarla, agradecerla, disfrutarla, porque todo está cambiando permanente.

Vaya hazaña la llevada con gran éxito por Joan Manuel Serrat, porque eso de musicalizar poemas de Miguel Hernández y de Antonio Machado era un trabajo de una dificultad enorme, que fue resuelta con gran éxito, con música hermosa, de alta calidad, que no demerita para nada a la poesía, sino que antes al contrario la resalta y la hace lucir más. Aquellas canciones de Serrat me acercaron todavía más y de manera definitiva a la poesía, y me llevaron a memorizar y a tratar de entender de qué hablaban estos poetas, qué querían decir, y aparte me permitieron degustar la belleza y armonía de sus textos, sus rimas, sus conceptos, la profundidad de su pensamiento y de sus reflexiones filosóficas acerca de la vida y la muerte. Me proporcionaron la alegría de saber que todo tema era posible abordarlo y que esas letras proporcionaban herramientas para enfrentar la vida misma con la poesía en la mano. Y así, he llorado y reído con estos poetas, me he divertido con las andanzas de don Guido, en el poema Llanto y coplas, de Antonio Machado, y he llorado  amargamente con Nanas de la cebollade Miguel Hernández, ambas musicalizadas por Serrat. Y junto a ellos he reflexionado acerca de la vida y la muerte, de la alegría, la felicidad, la tristeza y el abuso. Sin duda, gran trabajo de Serrat, que ha llevado a estos poetas más allá de las fronteras de las letras, a todos los rincones del planeta.

 

Alfonso Franco Tiscareño 

Para Vitral, en el suplemento Barroco. Diario de Querétaro 

9 de febrero del 2024

 

https://www.diariodequeretaro.com.mx/cultura/elegia.-joan-manuel-serrat-i-11436305.html

 

 

miércoles, 7 de febrero de 2024

 Silvia Pinal, hermosa y talentosa     II/ II

Admirar su belleza como mujer no es cosificarla, como equivocadamente plantea cierto tipo de  corrección política, es rendirse ante su perfección, es reconocerla como una expresión de lo mejor de la vida misma. A Silvia  le gustaba ser admirada, ser mirada.  

Todo ser humano tiene una o varias cualidades, a veces se dan cuenta, a veces no. Silvia supo de sus cualidades, talento y belleza, y trató de explotarlas al máximo. Su belleza era como un amanecer en el que nace un sol radiante,  un sol que proporciona calor y que hace que se levante la vida por todas partes, era un cielo azul absolutamente limpio de nubes. Algo así es la belleza de una mujer, porqué no cantarle, alabarla, reconocerla. Silvia Pinal con su hermosura honra a la vida misma.

Pero Silvia no es sólo una mujer que impacta, también es un alma bella, trabajadora, versátil, preocupada por los demás, por generar empleos, por instrumentar políticas públicas que apoyen a la gente. Como madre de familia ha tenido que enfrentar situaciones durísimas las que ha enfrentado con amorosa claridad. Es un ser con contradicciones como cualquiera,  pero con muchos aciertos en su fructífera vida.

Silvia no es una persona que recurra a la tlapalería cosmética para verse artificialmente bella, lo  es por la naturaleza. Es una mujer de radiante luz que ilumina el mundo. La gracia de una mujer abre caminos, revela secretos, destapa las fuerzas más ocultas y potenciales del hombre. La mujer es absolutamente igual al hombre en cuanto un ser con ideas, prejuicios, valores, equivocaciones, aciertos, inteligencia, sabiduría, intereses, curiosidad. Ninguno es superior al otro, y a la vez son distintos. Así como cada hombre lo es de otro hombre, cada mujer es diferente de las otras, no se puede generalizar,  se debe proceder con cautela y con la máxima objetividad posible. Silvia Pinal como mujer no es inferior a ningún hombre ni tampoco superior, es su trabajo lo que la define, su inteligencia, y por supuesto: su talento y belleza.

En la trama de la película Un extraño en la escalera se puede apreciar que la cuestión de la belleza de una mujer no es cosa neutra, sino que siempre desata pasiones, desde benévolas hasta criminales. Aquí esta mujer utiliza su poder con una idea del bien, de lograr un buen trabajo y de conseguir el amor de su ser amado sin tener que dañar a otra persona .Aunque a la vez manipula y miente, siempre lo lleva a cabo impulsada por una causa buena. La belleza no es neutra ni sólo objeto de contemplación, sino que entra en un complejo juego de intereses económicos, políticos y de poderDe ninguna manera se trata de una vida ideal la de señora Pinal, al igual que cualquier persona ha gozado, sufrido, llorado, caído, triunfado y fracasado. Aquí lo importante es resaltar su actitud ante la vida. Silvia enfatiza que le gusta ser agradecida, y que a pesar de haber sufrido penas  tan fuertes está alegre y contenta.

Silvia Pinal luce de cualquier manera, no solamente en las películas u obras hechas exprofeso para su lucimiento, sino también en las películas que no estaban destinadas a destacar su belleza, como es el caso de la película Viridiana, dirigida por Luis Buñuel. 

En Viridiana Silvia Pinal sale a cara lavada, prácticamente sin maquillaje, tal cual es ella, y personifica a una novicia aspirante a monja que vive en extrema pobreza, religiosa hasta el fanatismo. Esta no es una película para hacer resaltar su atractivo, aunque en la escena en donde llega a visitar a su tío don Jaime (Fernando Rey), ya en la noche para acostarse, podemos apreciar el encanto de esa mujer, y con cierta tristeza piensa uno que esas hermosas piernas no deberían terminar en un convento, pero bueno, esos son los pecados de cada quien. Viridiana vive en una austeridad total, y hasta la sirvienta de la casa, Ramona (Margarita Lozano) señala la  miseria de  su camisón para dormir, que es de tan tosca calidad  que lastima la piel. Pero Viridiana ni siquiera sonámbula pierde atrativo..

Así la tapes, la escondas, le coloques encima mil trapos, la hermosura de una mujer siempre resaltará. Es de las cosas que como bien dice el dicho popular: la belleza, la inteligencia y el dinero no se pueden esconder, y hablando de la belleza en particular, qué bueno que así sea porque ilumina la vida, los caminos, el mundo, y proporciona alegría, satisfacción, gozo, sueños, poesía, inspiración, arte.

Cantar a la belleza porque sí, porque existe, porque admira que puede existir alguien que posea, aparte de muchos otros talentos, tanta belleza. Y no es una cuestión de machismo ni de dominación patriarcal, es una cuestión de asombro y admiración,  de agradecimiento al universo, a la evolución, al mundo, a la genética, al azar. Pero lo nuestro no es la contemplación morbosa y enfermiza como la del tío Jaime, en Viridiana, lo nuestro es la contemplación admirativa, agradecida, asombrada de que pueda existir tal belleza. Aunque uno debería estar muy atento y no descuidarse porque también podría caer en una situación como la del tío.

Viridiana, merece comentario aparte, aquí sólo nos referimos a ella respecto al tema de la belleza por el contraste de las dos circunstancias distintas que representa Silvia Pinal: la de una historia filmada para que luzca (Un extraño en la escalera), y Viridiana, que presenta a Silvia Pinal en condiciones muy diferentes, las cuales, a pesar de todo, no logran ocultar su belleza, la que ella finalmente utiliza para subyugar a Jorge (Paco Rabal), el hijo bastardo de Don Jaime.

Gracias Silvia, gracias de parte de un admirador agradecido, gracias por tu trabajo, tu talento y gracias por tu belleza que da luz a los instantes en que te contemplo y admiro. Gracias por todo, muchas gracias.  Eres la presencia de toda la fuerza de lo femenino encarnado en una persona que conjuga dos elementos importantes: la presencia física, pero sobre todo el ejemplo de una gran fuerza del alma. Quien quiera constatar todo lo dicho aquí vea sus películas y lea el libro Esta soy yo, su autobiografía, en donde podrá comprobar lo expuesto en este sincero homenaje. 

 

 

Alfonso Franco Tiscareño

Para Vitral, en el suplemento Barroco. Diario de Querétaro 

1 de febrero del 2024


https://www.diariodequeretaro.com.mx/cultura/silvia-pinal-hermosa-y-talentosa-ii-ii-11399434.html


 

 

 Silvia Pinal, hermosa y talentosa   I

“Pienso que lo que se llama belleza, reside únicamente en la sonrisa”.

León Tolstoi.

 

Silvia Pinal es una mujer que conjuga muchas cualidades en su persona: belleza, talento, inteligencia, gracia,  iniciativa, pero sobre todo un carisma muy especial que no puede adquirirse ni comprarse ni montarse artificialmente, se nace con él o no se nace. Algunas personas pueden intentar desarrollar algo parecido a ese carisma, y quizás logren algunos rasgos, pero nunca alcanzarán el esplendor de quien posee un carisma auténtico, ese es el caso de la señora Silvia Pinal talentosa mujer, empresaria, productora, política, actriz de teatro, cine, radio y televisión, cantante, bailarina, madre, abuela y por si fuera poco bellísima, atractiva, símbolo sexual, sensual, sexy. Todo eso le dio la vida a Silvia Pinal.

 Enumerar los éxitos artísticos de la señora Pinal sería una labor muy larga, su carrera ha sido exitosa y productiva desde el principio, pero sin duda uno de sus máximos éxitos es el haber sido estrella de varias películas del célebre cineasta español Luis Buñuel, que la catapultaron hasta hacer de ella una actriz de talla internacional, que ha quedado inmortalizada para siempre en la historia del cine mundial, sobre todo por la película Viridiana (1961), aunque también filmó otras con el cineasta español tan relevantes como El Ángel exterminador (1962), y Simón del desierto (1965). Viridiana está considerada entre las 100 películas más importantes de habla no inglesa.

También dentro del cine mexicano son importantes sus películas El inocente (1956), con Pedro Infante;  ¡Viva el amor!(1958), El rey del barrio, con Tin tan (1950), Un extraño en la escalera (1955) y Divinas palabras, de Juan Ibañez(1977),   pero aparte ha hecho teatro, comedia musical y televisión de alto rating, es empresaria, productora, también incursionó en la política -senadora y diputada- con el Partido Revolucionario Institucional, su serie televisiva Mujer casos de la vida real fue innovadora en la televisión mexicana ya que planteaba situaciones reales y posibles soluciones a los problemas presentados. Una carrera tan rica, larga y productiva no puede ser sintetizada en una reseña tan corta, pero tomemos un pequeño ejemplo de su trabajo para profundizar un poco en la compleja y carismática personalidad de la señora Silvia Pinal. Para tal efecto citaremos brevemente el caso de la película Un extraño en la escalera, del director Tulio Demicheli. Vayan estas líneas como un pequeño, pero muy merecido y sincero homenaje a esta mujer que ha iluminado con su presencia y arte los foros, locaciones y teatros en donde se ha parado a desarrollar su trabajo. Su aporte ha sido reconocido y premiado, y cada vez lo será más. Cuatro premios Ariel, cuatro Diosas de plata, y la Palma de Oropara la película Viridiana, en el Festival de cine de Cannes, en Francia.

Silvia Pinal es una mujer con una simpatía innata y con un atractivo personal impactante, una sonrisa que derrite, unos ojos que iluminan, una mirada preciosa, un cuerpo despampanante, una presencia seductora sin medida. Todo eso lo podemos atestiguar en muchos de sus trabajos en el cine y en el teatro, pero vamos a referirnos a uno de ellos en donde se pueden apreciar todas sus cualidades actorales y su belleza, se trata de la película Un extraño en la escalera, en ella Silvia representa a una secretaría taquígrafa llamada Laura, que entra a trabajar a una compañía de préstamos llamada La confianza.

La película está hecha para que se luzca la entonces muy joven Silvia Pinal. Se dice que al principio Arturo de Córdoba quería a otra actriz (nada menos que a Gina Lollobrigida o a Rosa Carmina), pero Silvia se preparó, se esmeró, hizo lucir su belleza en toda su plenitud y se quedó con el papel. Y la película cumple con ese cometido, Pinal luce con todo su poder seductor.

Desde que llega a solicitar el empleo como taquígrafa aparece tumbando caña con su impresionante figura enfundada en el célebre suéter del que se ha hablado tanto y que hace lucir sus senos de manera dionisíaca. Su coquetería, su mirada, sus guiños dejan boquiabiertos de entrada tanto a Alberto Núñez (Arturo de Córdoba), y al patrón Francisco Gutiérrez (José María Linares Rivas), quienes luego luego le echan el ojo. Ella está consciente del poder que tiene y se propone utilizarlo, porque la belleza es un poder. Pero ¿acaso era actriz Silvia Pinal? Sí, sin duda, y una buena actriz que lo demuestra en esta película desarrollando un papel un tanto complejo que va de la alegría juvenil a la angustia de la planeación de un asesinato. En esta cinta en particular representa a una mujer entre inocente, coqueta y dominadora de las situaciones, y logra una representación exacta, justa, con todo su ser, su cuerpo, sus movimientos, sus palabras, el tono utilizado para hablar, sus miradas, sus pausas, sus silencios. Todo juega en su representación actoral. La película la coloca no sólo como una chica sexy, sino además como una buena actriz.

 

Forjada en la actuación desde que era una extra, desde abajo, participando en los incipientes medios de comunicación y en otros ya establecidos en aquel tiempo como la radio, en donde participó como actriz secundaria en el programa 2 pesos la dejada en la XEQ, trabajó con actores como Carlota Solares y Luis Manuel Pelayo, y en la radionovela La dama de lascamelias como productora. En estos programas Silvia Pinal aprendió que la voz puede manejar todos los matices necesarios para la expresión de los sentimientos.  

Ser mirada es fabuloso y además funciona muy bien, le confesó a Cristina Pacheco en el programa Conversando, ella se sabía guapa, hermosa,  sensual, y ejercía su coquetería abiertamente, le gustaba ser mujer, ser admirada, saberse bella. -Yosiempre he sido coqueta y me gusta  coquetear. La señora Pinal ejercía todo el poder inmenso que posee una mujer guapa, lo sabía y lo utilizaba. 

 

 

Alfonso Franco Tiscareño 

Para Vitral, en el suplemento Barroco. Diario de Querétaro 

26 de enero del 2024


https://www.diariodequeretaro.com.mx/cultura/silvia-pinal-hermosa-y-talentosa-i-11366208.html


 

 

  Barbie ¿feminista?    II/ II El monólogo de la señora Gloria prosigue diciendo: “ Es literalmente imposible ser mujer. Eres muy hermosa y ...