Viajes alrededor del Go II (último)
En el mundo en que nos movemos puede parecer un loco aquel que no quiera ganar ganar y ganar en lo que sea, pero no necesariamente lo es. Me suscribí a una página de juegos y elegí el nombre de Wu wei pensando más que nada en aprender los secretos que guardan tanto el ajedrez como el Go. Y por supuesto que quería ganar unos juegos, pero me hizo sentir bien reconocer que no se trataba sólo de ganar, sino sobre todo de aprender, divertirse, fluir, no forzar, y esa condición puede aplicarse a todos los aspectos de la vida. Actuar sin obligar. Wu wei, la no acción , no significa asumir una actitud pasiva, sino una actitud aparentemente contradictoria de actuar sin actuar, sin apego a los resultados . Pero no hay recetas infalibles ni garantía de nada.
Wu wei no es un concepto fácil para nadie, mucho menos para los occidentales. Sin embargo, lo poco que pueda uno captar ya es ganancia. Actuar sin actuar. Quizá lo entendamos mejor retomando al personaje Juan Matus creado por el antropólogo Carlos Castaneda: elegir siempre un camino con corazón, es decir, si produces un bien a otro, ese es un buen camino, si no dañas, si no molestas, si no robas, ese es un buen camino. Que se abran las puertas de la percepción y del conocimiento, con humildad y reverencia.
Este tipo de viajes con un libro implican rupturas con los esquemas que uno guarda. Un buen texto y una buena lecturaobligan a romper con los machotes de pensamiento cerrados e inamovibles. Un buen libro sacude esas estructuras, y eso es lo que permite el enriquecimiento. Hay que abrirse a nuevas ideas, nuevos conceptos, nuevas formas de comprender la realidad que se verán reflejadas en el accionar de cada uno. Hay que encontrar esas propuestas que son diferentes y explorarlas con gusto y apertura. Los libros sólo existen por y para los lectores, y el escritor se enriquece siempre de los puntos de vista de estos. Hay escritores, aún los profanos, que no permiten ni aceptan la más mínima crítica. Allá ellos, caerán en un soliloquio redundante que les impedirá por siempre enriquecer sus letras.
El maestro de Go nos muestra un hombre enviciado con su juego, tan embebido que no tiene tiempo para atenderse él mismo. Come mal, mientras juega vive bajo permanente estrés, descuida su salud, no practica ejercicio, no se anima a caminar siquiera. Esto nos muestra que no basta con ser un artífice de un juego o de cualquier otra cosa, la vida exige totalidad, hay que atender todos los frentes sin descuidar ninguno, porque de no hacerlo se pagarán precios muy caros, como los pagó el maestro de Go Shusai Honnimbō.
En esto de perder y ganar siempre habrá mucho que reflexionar, porque ¿quién quiere ser permanentemente un perdedor?El Wu wei no se trata de eso, sino de sacar de la aparente derrota grandes enseñanzas. Es en ese sentido, y sólo en ese, esque se puede considerar la derrota como una ganancia. En el capítulo 13 de El Maestro de Go, Yasunari Kawabata nos narra el caso de Sekiné, Maestro de shōgi (un juego japonés), “que era más feliz cuando perdía”. El texto no nos cuenta más acerca de en qué sentido este hombre era más feliz al perder. Suponemos que era en el sentido antes dicho de que cada partida perdida implica enseñanzas, lo cual es una forma de ganar. Guías, tips, reflexiones que nos indican con claridad en dónde hay que aplicarse, trabajar, poner más atención.
Un país que apunta a ser una verdadera potencia del siglo XXI y que tiene una estrategia para ello, es China, que con su plan para el 2025 pretende ser vanguardia, sobre todo en los aspectos tecnológicos digitales, es decir, en inteligencia artificial, automatización y autosuficiencia tecnológica. Y alguien puede pensar que es una cuestión pequeña, pero una parte fundamental del desarrollo de niños y jóvenes, que serán los encargados de llevar a cabo el cambio, es la promoción y enseñanza del Go. ¿Una pieza fundamental? Sí, porque este juego ayuda a estimular la mente y a aumentar la capacidad de razonamiento, que son requisitos básicos para la innovación, la investigación y el desarrollo. Hace más de 2000 años en la cultura china era una exigencia que todo habitante dominara cuatro elementos: la pintura, el guqin (instrumento de cuerda), la caligrafía y el Go, porque entre los beneficios que proporciona jugar Go están: 1. favorece la capacidad de atención y concentración; 2. contribuye al desarrollo de habilidades creativas y lógicas de razonamiento; 3. refuerza la autoestima; 4. ayuda a madurar en el plano de las relaciones sociales. Por eso en China lo están jugando con tal fuerza que se dice que el Go vive actualmente una época de oro. Aquí cabe preguntarse ¿y en México que esté pasando con la mayoría de nuestros jóvenes? Hay excepciones, pero la gran mayoría de están abandonados a su suerte, expuestos a enormes peligros, violencia, drogas, delincuencia, ignorancia, música nefasta. Tristemente, con claridad puede verse hacia a dónde apunta una nación que toma estos rumbos. No es con dádivas monetarias y manipulación como se va a sacar adelante a los jóvenes en México, sino con un apoyo real, trabajo, infraestructura, educación de calidad. Es necesario incorporarlos a la ciencia, la investigación, la tecnología, y, por supuesto, al deporte, la cultura, las artes y la tecnología. El problema que México enfrenta es verdaderamente grave, y todo continúa como si nada. Esa actitud ya se está pagando con la crisis que atestiguamos a diario, y se pagará un precio mucho más alto en el futuro si no se toman medidas inmediatas.
Quizá a nosotros nos parezca insólito que un proyecto de nación, como el de China, integre entre sus elementos un juego de mesa. No debería serlo. Resulta más insólito y nefasto que en México los jóvenes estén descuidados y abandonados. Es hora de que la sociedad civil tome las riendas y atienda a sus hijas e hijos por su cuenta, proporcionándoles aquello de lo que carezcan. Educación, trabajo, salud, diversión y cariño… y porqué no, aprender a jugar Go, también.
Alfonso Franco Tiscareño
Para Vitral, en el suplemento Barroco. Diario de Querétaro
9 de septiembre del 2020
https://www.diariodequeretaro.com.mx/cultura/viajes-alrededor-del-go-parte-2-de-2-5758259.html
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