Días de guardar. Carlos Monsiváis I
Qué tremenda potencialidad para narrar la de Carlos Monsiváis. Se trata de un cronista al que si lo encontrabas en la calle te parecería un tipo común y corriente, pero para nada era común y mucho menos corriente, él veía a profundidad, con ojo crítico, estaba en todo, y combinaba lo visto y leído en su vida a una velocidad kilométrica para exponer con una mirada original, certera, lúcida y aguda variados temas y asuntos de la sociedad, la política y la cultura en México. Nació en el popular barrio de La Merced, pero pronto se avecindó con su familia en la colonia Portales, en la calle de San Simón. Poseía un enorme bagaje intelectual, enciclopédico. Era capaz de mezclar datos de manera sorprendente, impensable. Erudito de gran saber que dejaba ver, detrás de sus comentarios y escritos largas horas de lectura, de películas vistas, de reflexiones. Dueño de una memoria impresionante que no era un estanco fijo, sino una caja fuerte que atesoraba datos y verdades para utilizarlas en el momento exacto. Uno se preguntaba a qué hora realizaba Monsiváis tantas actividades en un día de 24 horas.
Poseía el don del sarcasmo, una capacidad para burlarse de todo. Una fuerte influencia en su forma de escribir la recibió mientras ejerció como profesor invitado (1970) en la Universidad de Essex, en Colchester, a una hora de Londres, Inglaterra. Se trata de una de las universidades más importantes del Reino Unido. Es probable que haya sido en Inglaterra en donde Carlos Monsiváis se influyera de la tradición del humorismo inglés, que se burla incluso de lo más sagrado. No olvidemos aquella frase que escribió en una carta dirigida a María Luisa “la China” Mendoza: Londres me da lo que nunca podría la Ciudad de México. Otras influencias fuertes en Monsiváis fueron los autores y modelos a seguir del movimiento contracultural de los 60’s, en el siglo XX, en los Estados Unidos.También fue influido por el Nuevo Periodismo (New Journalism) de Tom Wolfe. Este tipo de humor anglosajón se caracteriza por su acidez y crudeza. “En muchos países del mundo consideran que el humor inglés no es gracioso, pero esto se debe a que tiene características muy específicas, tales como sarcasmo, autocrítica, humor negro, etc. Es posible reírse a carcajadas con el humor inglés, lo único que se necesita es conocer su estructura y el contexto en el que se emplea…Los británicos tienen un sentido del humor muy particular que está basado especialmente en los siguientes estilos:
Ironía. La ironía es una figura retórica que se usa tanto en el humor como en la poesía o la literatura. Tiene muchos usos. En el caso británico es la base del humor. La ironía hace hincapié en la contradicción de una situación. Por ejemplo, que una persona calva anuncie un shampoo.
Sarcasmo. Es el siguiente paso de la ironía en camino al humor negro. Aquí el sentido es criticar algo o a alguien tomando los defectos como una supuesta virtud. Por ejemplo: “canta muy bonito, nada más me sangraron las orejas los primeros quince minutos….Innuendo: En Reino Unido, como en todo el mundo, el humor es un excelente recurso para hablar de temas prohibidos, tabú. A esto se le llama innuendo, a la insinuación de temas censurados desde un tratamiento velado, como si en realidad no se hablara de eso. Autocrítica: Los comediantes ingleses utilizan su vida privada y pública, así como sus aciertos y errores (sobre todo sus errores) como una fuente inagotable de chistes. Sin embargo, no hablan de sí mismos con pesar, sino con alegría para encontrar el gag que haga estallar de risa a su público. Humor negro: Se trata de un estilo de humor que se acerca a la frontera de lo prohibido (si es que existe algo prohibido en el humor), por lo tanto en ocasiones es censurable, sobre todo para público infantil. Puede abarcar temas de política, así como de problemas de una sociedad o desastres naturales, muertes o desgracias en general.”
Burlarse nos refleja, reírse de sí mismo es parte de una sabiduría muy antigua que sana a las sociedades porque es una forma de autocrítica. Si no hay autocrítica no hay transformación, sin transformación hay endurecimiento, tensión. En cambio, la autocrítica permite mirarse de otras formas, reírse de sí mismo permite acercarse a los eventos de otras maneras. Burlarse es un cuestionamiento profundo a la censura, y no se trata de una cuestión personal, la crítica es fundamental para desarrollar el pensamiento y el conocimiento. Cuestionar todo, desde la propia persona hasta la familia, lo social, al estado, a los gobernantes, todo debe ser cuestionado, someterse a análisis. Y los burlones y críticos son fundamentales. No debe haber nada intocable. La burla ácida y la crítica son unos de los primeros pasos, de los más importantes, para construir sociedades democráticas. No se trata de ser un burlón superficial, baboso, sino un crítico analítico, argumentativo, con lo cual principia el cambio y la transformación personal y social.
Así que celebro la capacidad burlona de Carlos Monsiváis, porque nos conduce por la ruta de la comprensión de lo social y cultural desde perspectivas menos rígidas, menos arcaicas, menos anquilosadas. La burla, la ironía y el sarcasmo de Monsiváis no significan que no haya un análisis serio y profundo de los temas, simplemente es un abordaje que entra por otro camino. Monsiváis se ocupa lo mismo de la banalidad burguesa, que de la producción televisiva basada en lugares comunes, de la política hipócrita, repetitiva, del poder abusivo y criminal. Monsiváis practica la burla ácida sin caer en la chabacanería o la vulgaridad, todo lo contrario, su vereda es la crítica documentada. Sus textos reflejan erudición y cultura, ingenio, una profunda reflexión y conocimiento de los hechos, y una mirada analítica. Leyendo con atención cada uno de sus escritos, por ejemplo, los que contiene su primer libro de crónicas-ensayos, publicado en 1970, titulado Días de guardar, podemos constatar lo poderoso de su argumentación.
Alfonso Franco Tiscareño
Para Vitral, en el suplemento Barroco. Diario de Querétaro
2 de noviembre del 2022
https://www.diariodequeretaro.com.mx/cultura/dias-de-guardar.-carlos-monsivais-i-9154765.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario